Ciro Bianchi evoca el momento habanero de Juan Ramón Jiménez a partir del diario de Zenobia Camprubí

09/04/2024 - Xavier Rosell / NoticiasClave.net

En el 'slider', Ciro Bianchi junto al autor de esta reseña, el periodista Xavier Rosell. Foto: © Noticias Clave.

El escritor y periodista cubano Ciro Bianchi Ross, que ya rememoró el periplo cubano de Federico García Lorca en su libro 'Pasaje a La Habana', evoca ahora la estancia de otro gran poeta español en la mayor isla de las Antillas, en lo que es una nueva y fehaciente muestra de periodismo histórico y de investigación. 'Momento habanero de Juan Ramón Jiménez', el libro, que ha lanzado a la venta la editorial cordobesa Utopía Libros, explora y desentraña la estancia del poeta natural de Moguer por más de dos años en Cuba, a partir de su desembarco en el puerto de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1936 junto a su esposa Zenobia Camprubí, provenientes de Puerto Rico y huyendo de la guerra civil española.

A través de las 123 páginas de que consta esta publicación se deja constancia, de forma íntima y con abundante documentación, del paso de Juan Ramón Jiménez por Cuba, tomando como elemento fundamental el diario de Zenobia Camprubí, su compañera de vida, junto a la correspondencia de puño y letra del propio poeta, y los testimonios de Fina García Marruz, José Lezama Lima y Cintio Vitier —hoy reconocidos como grandes poetas cubanos—, que en sus años jóvenes compartieron amistad y admiración con el autor español, una relación que dejaría en todos ellos una profunda huella

Este volumen, que Ciro Bianchi dedica a su esposa Mayra, consta de dos partes. La primera reproduce fragmentos cuidadosamente seleccionados del diario personal de Zenobia Camprubí, y arranca con el recuerdo del arribo al puerto más oriental de Cuba, y el traslado en auto hasta La Habana, invitados por la Sociedad Hispano-Cubana de Cultura para dar unas conferencias. Buscando integrarse en la vida cultural habanera, Zenobia relata a través de una anécdota la naciente amistad con la familia Loynaz: “Nos habían prestado una radio que, aparte de traernos las últimas noticias palpitantes, permitía sintonizar los diferentes países e irnos familiarizando con las variantes de pronunciación y acento de la diversidad hispanoamericana”.

Cuenta de Juan Ramón Jiménez que “allí reanudó los vínculos con el diplomático José María Chacón, con quien tenía relación desde que en 1918 se conocieron en Madrid, y trabó amistad con jóvenes poetas”. Y señala, además de los citados Cintio Vitier, Dulce María Loynaz, Lezama Lima y Fina García Marruz a Emilio Ballagas, Serafina Núñez, Eugenio Florit, María Muñoz y Antonio Quevedo, estos dos últimos directores de la revista Musicalia y del Conservatorio Bach. A nivel más personal, Zenobia escribe en su diario que en La Habana sale de compras, recibe clases de cocina en el Lyceum, visita la cárcel de Guanabacoa para enseñar a leer y escribir a las reclusas, a la vez que pasa a máquina los manuscritos de Juan Ramón y vela por los derechos de autor de su marido, lo que constituirá su mayor ocupación, no siempre reconocida. De hecho, el autor de 'Platero y yo', de carácter agrio y quejoso —tal como consta en el diario—, vivió una relación complicada con su esposa, una mujer llena de energía, independiente, socialmente comprometida y feminista, personalidad que chocaba con el carácter huraño y tendente a la depresión de su marido. El 28 de enero de 1939, coincidiendo con el triunfo de los sublevados en la fraticida guerra española, los Jiménez salen de la Habana con destino a Florida. Ya nunca más  volverían a Cuba, aunque Juan Ramón Jiménez expresó su deseo de regresar a la isla, tal como recoge una carta que José María Chacón escribió en 1968 al autor de este libro.

La segunda parte de 'Momento habanero de Juan Ramón Jiménez' recopila los testimonios de Fina García Marruz (“usaba las palabras con una precisión e intensidad tales que cada cosa nombrada era igual a su presencia viva. Oírlo hablar era como entrar en un paraíso de esencias”), José Lezama Lima (“Y qué arte, y qué fulguración en la conversación para usar las pausas, los perplejos, las miradas”) y Cinto Vitier (“Su bondad no era paternal, no era crítica, no era generosa. Era, sencillamente”). En su tramo final el libro suma la correspondencia personal que estos poetas —y otros como Ballagas-, mantuvieron con Juan Ramón Jiménez tras abandonar Cuba, y que en algunos casos se extendió hasta 1956, año en que le fue concedido el Nobel, premio que no fue a recoger por la tristeza que le produjo el fallecimiento de su esposa, tres días antes de conocerse el fallo.

Ciro Bianchi (La Habana, 1948) es una figura muy reputada en Cuba, todo un referente del periodismo cultural de la isla. De su faceta periodística destaca su columna dominical en el diario Juventud Rebelde, que perdura desde hace dos décadas, y sus apariciones en distintos programas televisivos, donde aborda casi siempre temas relacionados con hechos históricos, lo que le ha valido distintos galardones, como el Premio Nacional de Periodismo José Martí, el Premio Nacional de Periodismo Cultural y el Premio Latinoamericano de Periodismo. Como autor, además de la mencionada obra dedicada a la estancia de Lorca en Cuba, ha publicado 'Memoria oculta de la Habana' (2005), 'Contar a Cuba' (2011) y 'La Habana, la ciudad contada' (2019), entre otros títulos. También cabe destacar su participación en distintas producciones audiovisuales, como en el premiado documental 'Constante y el Floridita de Hemingway' (2021), que dirigió el periodista catalán Ramón Vilaró, y en otro documental de producción española que se va a grabar en las próximas semanas en tierras cubanas, cuyo título será 'Lorca en La Habana' (Plano Katharsis), con dirección a cargo de José Antonio Torres, Antonio Manuel y Marcelo Ripado. Se da la circunstancia de que en este trabajo, donde se va a glosar en formato documental la figura de Lorca en Cuba, también participa el escritor matancero Urbano Martínez Carmenate, autor del libro 'García Lorca y Cuba, todas las aguas', que también editó Utopia Libros, una editorial que se define como comprometida con la literatura, el arte, la cultura y la sociedad, dentro de los valores de laicidad y justicia social.