Opinión

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Editorial CLAVE: ¿No hay color?

02/12/2008 - Revista CLAVE Profesional/NoticiasClave.net

Editorial CLAVE: ¿No hay color?

En los últimos meses se ha acentuado una curiosa tendencia entre los diseñadores gráficos que realizan cubiertas de discos: poner las fotografías de los artistas en blanco y negro.

Ese gran hallazgo estético de la fotografía: la imagen sin color, permite un impacto visual que justifica plenamente su utilización.

Hubo tiempos en que el blanco y negro podía ser un signo de bajo presupuesto. El color, en las artes gráficas, era caro. Hoy en día ya no es así, pero podríamos barruntar que existe una austeridad psicológica entre los artistas más receptivos al entorno, que les incita a expresarse con moderación, aunque sin propósito consciente de ello.

Estamos en tiempos de purga económica y de desconcierto y también a la música y a las artes escénicas les cuesta poner color a las cosas.

La precariedad derivada de los tan traídos cambios de modelos comerciales del sector de la distribución musical, que han modificado los hábitos y modelos también en el negocio del directo, se ha agravado con la crisis financiera.

En el mercado español, además, la proyección de los artistas y la distribución fonográfica se ahoga en la falta de medios de promoción. Las radios no colaboran con lo nuevo y se han estancado en la programación de éxitos probados, consiguiendo que sus emisiones empiecen a tener el color amarillento de lo viejo. La radio musical española está mayoritariamente otoñal. Sus colores ocres son bellos, pero preludian fríos mortales.

El directo sufre, por otro lado, la baja de ingresos de los ayuntamientos y, de manera muy dura, la falta de liquidez de muchos de ellos, que pagan tarde o muy tarde.

No se puede resistir que los representantes artísticos, las compañías, los músicos o los gerentes de las orquestas, se encuentren obligados a financiar los espectáculos de las fiestas. Quizá, además de rebajar los cachets, como se les pide a menudo, deberán economizar en su puesta en escena y pasarse al blanco y negro.

Resultaría curioso ver los espectáculos, escenografías, luces, vestuarios… en blanco y negro. Señalaría que allí donde se cobra tarde o mal, no hay color.

Por norma, los profesionales deben cobrar los bolos al cumplirlos. Como está establecido desde siempre.

Sería interesante que la Asociación de Representantes, ARTE, que celebró en octubre una colorida fiesta conmemorando sus 25 años, aunara las posiciones del sector ante un fenómeno que no debe crecer más.

ARTE es la principal organización de intermediarios de la contratación artística y tiene que lanzar un mensaje rotundo: los artistas no pueden trabajar a crédito.

Asimismo, los sindicatos de músicos, las asociaciones de artistas, deben expresarse también en ese sentido.

Ahora que se ha constituido el Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música, en el que están representadas esas organizaciones, convendría aprovechar esa plataforma para impulsar soluciones a los problemas de los profesionales de un sector, el cultural, donde muchos viven al día y no pueden permitirse la excentricidad de financiar a quienes les contratan.

Con los bolsillos vacíos no hay color. Ni pintura.

Editorial de la revista de la industria del espectáculo CLAVE Profesional. Nº 59. Noviembre de 2008-enero de 2009

 
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