Opinión

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Editorial CLAVE: Quiebra cultural

05/05/2009 - Revista CLAVE Profesional/NoticiasClave.com

Editorial CLAVE: Quiebra cultural

Los ayuntamientos españoles tienen una deuda considerable con sus proveedores. De esa deuda, unas cuantas decenas de millones corresponden a actuaciones artísticas que no se han pagado en el momento de cumplirse ni en los 180 días posteriores.

El 8 de abril pasado, el vicepresidente de la Comisión Europea, Günter Verheugen, calificaba de 'intolerables' los retrasos en los pagos de las administraciones públicas europeas, que son consecuencia del abuso de poder y de la desidia y llevan a la quiebra a miles de empresas y producen la pérdida de decenas de miles de empleos.

Verheugen quiere forzar la liquidación de las facturas en un plazo máximo de 30 días y que los retrasos supongan una sanción del 5 por ciento más los intereses de demora. La medida se tomará, pero en 2010.

El presidente del Gobierno español, por su parte, anunció el 19 de abril la creación de una línea extraordinaria de avales para las pymes a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para garantizar el cobro de facturas por obras y servicios a ayuntamientos.

De ese modo se podrán descontar las facturas por las entidades financieras, pues el ICO respaldará el pronto pago del 100 % de los importes. La intención del Gobierno, defendida también por el principal partido de la oposición, es favorecer a pymes, autónomos y ayuntamientos, aliviando el volumen de deuda pendiente.

El sector del espectáculo en directo es uno de los más afectados por esas deudas. Es un mundo donde, aunque a veces se dé otra imagen, no se gana, en general, demasiado dinero. Los múltiples costes de cualquier producción suelen ser elevados. Hay, además, transportes, alojamientos, dietas, tiempo invertido en ensayos…

La mayoría de los profesionales, sean músicos, actores, técnicos, autores o representantes, viven al día. Claro que hay empresas e intermediarios que se enriquecen, pero son los menos.

Encontrar orquestas de baile a las que se les adeuden más de cien mil euros de actuaciones en fiestas mayores realizadas en años pasados es muy habitual.

Lo mismo ocurre con agencias artísticas de zona, que financian, en cantidades demasiado importantes para una pyme, los festejos de municipios sin liquidez.

Esta situación se ha ido arrastrando, pero entrampándose más. Muchos ayuntamientos, después de contratar durante años a una agencia, con la que se endeudaban, pasaban a contratar a otra, con la que también se endeudaban. Pero el sistema no da más de sí.

La falta de dinero de los unos ya no es soportable por los otros: profesionales del espectáculo.

Algunas grandes empresas están ojo avizor para hacerse cargo de las programaciones de las fiestas patronales, poniendo su taquilla y actuando como promotores privados.

De generalizarse algo así, se ganaría en profesionalidad, pero se rompería con el sentido tradicional de los festejos populares…

Estamos afrontando, dramáticamente, una quiebra cultural.

 
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